jueves, 20 de febrero de 2014

Cuentos

El niño avanzaba por el bosque, en busca del lugar del cuento. Los adultos le habían contado que todo eran mentiras, entretenimiento para los niños como él, que no encontraría nada. Pero el niño creía en los cuentos.
Entre la niebla y los árboles apareció: un arco de piedra, surcado por runas doradas de mil idiomas perdidos, sosteniendo un velo de oscuridad. Frente al arco había un anciano sentado, y frente a él una mesa con una moneda grande, de oro.

- Para cruzar el arco, deberás lanzar antes la moneda. - dijo el anciano mirándole con sus ojos lechosos.
- ¿Por qué?- respondió el niño.
- Para conocer tu camino.

Sin dudarlo, el niño cogió la moneda, lisa, sin cara, ni cruz ni dibujo alguno. Aún curioso, la lanzó, y cayó en la mesa boca arriba, o quizás boca abajo, pero ahora había claramente algo escrito en su lisa superficie, escrito en lengua antigua: volverás.

El anciano extendió su brazo mostrando el arco, y el niño avanzó. 
Cruzó el arco aún escuchando el susurro del viento en las hojas del otoño, como en los cuentos del bardo.

2 comentarios:

  1. =), David tenéis que poner un gadget para poder ser seguidos

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  2. ya me encargo. Esque el diseño general aún lo tenemos en construcción, irá variando a medida que nos pongamos serios, pero le hemos dado más prioridad a comenzar a escribir y publicar :)

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